miércoles, 30 de abril de 2014

El hombre que mató a uno de sus hijos, maltrataba a la madre de los niños, que se había separado de él hace dos meses

El hombre que mató a uno de sus hijos escribió una carta antes del crimen

La mujer no había denunciado por miedo, según fuentes de la investigación



Empleados de la funeraria en el lugar del suceso. / Atlas / F.J.B.

Un hombre de 32 años fue detenido en la madrugada de ayer en Madrid, acusado de degollar a su hijo pequeño, de 19 meses, e intentar matar al mayor, de cinco años. El agresor, Jorge Diego C. A., estaba separado de la madre de los niños y se encontraba pasando el día con ellos. Debía devolvérselos a la mujer el domingo por la noche, pero se negó a hacerlo. Ante su respuesta, esta acudió a recogerlos a su domicilio, donde encontró ya muerto al más pequeño y donde el hombre intentó apuñalarla con un cuchillo de cocina. No consiguió herirla, pero sí al niño mayor. La mujer, de 30 años, no había presentado denuncias por violencia de género contra el detenido.

Con el pequeño asesinado ayer, son ya dos los menores muertos por causas relacionadas con la violencia de género en lo que va de año —se contabilizan 12 niños huérfanos—. En 2013, fueron seis los niños muertos a manos de sus padres en represalia o por venganza hacia sus madres. Las estimaciones del Ministerio de Sanidad muestran que más de 800.000 menores se ven expuestos de manera indirecta o directa a los malos tratos que sufren sus progenitoras. "La violencia de género no solo afecta a las mujeres, también a sus hijos, que son un instrumento disuasorio que les hace permanecer con su agresor y que en ocasiones se convierten también en un elemento de venganza hacia ellas, cuando deciden dejarles", apunta Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación Asociaciones Mujeres Separadas y Divorciadas.

Su expareja y madre de los niños fue a recogerlos porque que el hombre no contestaba al teléfono

Jorge Diego C. A., de nacionalidad uruguaya con trabajo en una inmobiliaria, llevaba separado dos meses de su esposa, V. C., empleada de hostelería. Le había pedido pasar el día con los dos pequeños y se había comprometido a llevárselos a las ocho de la tarde a casa de su hermana. Cuando a esa hora los niños no habían llegado V. C. llamó a su expareja, pero este tenía el teléfono desconectado. No consiguió localizarle hasta las 23 horas. Cuando por fin respondió al teléfono, le dijo que no pensaba llevarle a los niños, que lo haría al día siguiente porque se había tomado unas copas y no estaba en condiciones de conducir. Nerviosa, la mujer habló con el hijo mayor, que le comentó que su hermano pequeño se había caído y se había hecho sangre por debajo de la barbilla. No pudo hablar más con el niño. El padre le quitó el teléfono y la comunicación se cortó, según fuentes próximas a la familia.

V. C., acompañada por su madre y su hermana, fue a casa del hombre, que había sido el domicilio familiar. Allí, llamó insistentemente al portero automático, pero nadie respondió y decidió abrir la puerta con sus propias llaves. Cuando entró en el piso encontró que su hijo pequeño había sido degollado. Al verla, Jorge Diego C. A. entró en la cocina, cogió un gran cuchillo e intentó apuñalarla. La hermana de la mujer evitó la agresión pero el hombre se dirigió, supuestamente, hacia el niño de cinco años y le apuñaló por la espalda. V. C. logró huir y llamar a la policía, que detuvo al agresor. El hombre confesó el asesinato y, según la investigación dejó un anota asegurando que cometía el crimen por "el bien de los niños". Hoy pasará a disposición judicial. El niño mayor está hospitalizado con lesiones son graves, pero no se teme por su vida. Los investigadores apuntan que la mujer era víctima de malos tratos desde hacía años, pero que no había denunciado a su marido "por miedo".

Una situación que no es rara, según Pérez del Campo, que fue durante años directora de un hogar de acogida para mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos. De hecho, de las 22 mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año, solo seis habían denunciado a sus verdugos. Casos como el ocurrido ayer son, para los expertos, un síntoma más de que hay que agudizar la prevención. También las medidas de protección para las mujeres que denuncian y para sus hijos. "Cuando hay un caso de violencia de género en el que hay hijos de por medio, se deberían suspender de manera inmediata las visitas con el padre y otorgar una orden de protección a madre e hijos. No se puede entregar a los hijos para que el maltratador cumpla su venganza", considera Pérez del Campo.

Un vecino escuchó gritos: "¿Cómo has podido hacer esto?"

En 2013, los jueces retiraron las visitas a un 3% de los maltratadores. Una cifra considerada irrisoria por la Asociación de Mujeres Juristas, Themis, que denuncia que los jueces han reducido mucho las órdenes de protección para las víctimas de malos tratos. Con la nueva ley de protección a la infancia, los jueces tendrán que pronunciarse siempre sobre la necesidad de imponer estas medidas —desde alejamiento a retirada de visitas— cuando hay hijos de por medio —hasta ahora solo lo hacían si se solicitaba—. Pero es necesario que la mujer denuncie. "Aunque están creciendo, hay pocos casos en los que se da un dispositivo de protección a una mujer que no ha denunciado pero ha ido a servicios sociales, por ejemplo", dice Susana Martínez, presidenta de la Comisión de Estudios de Malos Tratos a Mujeres. Y añade: "Darles apoyo para que se sientan seguras, pierdan el miedo y denuncien, es la asignatura pendiente".

 



viernes, 11 de abril de 2014

CARTA DE UNA MADRE A SU JUEZA


 


Le voy a contar mi historia aunque usted ya la conoce y poco o nada le importa.


 


Tengo 43 años, y llevo más de 20 años trabajando en el mismo trabajo. Me casé muy joven con 21 años, tengo 2 hijas maravillosas a los que yo solita crié, sí , digo yo solita, pues desde que nacieron yo era la única que las bañaba, que les cambiaba los pañales, que le daba de comer.......... etc, todo eso mientras trabajaba fuera y dentro de casa, cosa que él no hacía, porque no quería.


Mi vida iba transcurriendo, las tardes en el parque, mis hijas y yo solas sin el padre, los fines de semana las sacaba yo sola a pasear, pues el padre estaba tan tan cansado de trabajar que necesitaba descansar y claro..... las niñas y yo le molestábamos. Por supuesto es que ese señor ( por llamarlo de alguna manera ) pensaba que yo no trabajaba, pese a levantarme todos los dias a las 6 de la mañana y acostarme a la 1


Mis hijas empezaron el colegio, y habia que ir a medio dia a hacer disfraces y colaborar en muchas actividades, y claro.......... la única que no comía y que iba allí era yo, porque este señor mal llamado " padre " tenía que dormir la siesta.


Habían reuniones en el colegio, a las cuales solo asistía yo, ¡¡ ah claro se me olvidaba ¡¡ mi trabajo no importaba por lo que debía de pedir permiso para faltar.También llegaron los bailes, y actividades, por supuesto su padre ni aparecía, una vez más la única que iba era yo. Y no es que me importara pues aunque tenía que seguir pidiendo permiso lo hacía muy gustosamente ( solo ver la cara de felicidad de ellas al verme merecía la pena todo )


Así fueron transcurriendo los años, el padre cada día estaba más fuera de casa hasta que un buen día no apareció.


Me quedé viviendo en mi casa porque era mia, sí mia, de nadie mas. ( lo digo por todos los que me puedan llamar vividora, pues ahora estos machitos van de victimas diciendo que nos quedamos con sus casas y sus pensiones ), renuncié a todo lo que estaba a nombre de los dos, a todo.


Y llegaron los impagos de pensiones, usted ya lo sabe Sra. Jueza, esos impagos que a usted no le han importado absolutamente nada, pues en 3 años no le ha embargado jamás y eso que tenía propiedades para poder hacerlo.


Y llegó la querida custodia compartida, sí esa custodia compartida que en la Comunidad Valenciana se la propuso el PP ( de ellos me lo imaginaba porque es un partido político patriarcal, machista, integrado por misóginos ) y Compromís le dió sus votos, sí, ese partido se supone que de izquierdas al que tan solo le importan los votos.


Y usted Sra Jueza en mi sentencia puso CUSTODIA COMPARTIDA, y le importó un pimiento todo, usted le dió la custodia compartida al padre de mis hijas al que durante mucho tiempo les di yo sola de comer y usted no hizo nada para remediarlo.


Nadie se preocupó de si yo podía darles de comer, comprarles libros para el cole, medicinas ........ nadie, pero en nombre del falso feminismo ese al que yo llamo neomachismo o machifascismo, le ha otorgado la custodia a una persona que lo único que no quiere es pagar, ¿ porqué usted jamás se preocupó de si mis hijas comian ? solo le ha interesado una cosa, que el padre no tenga la obligación de pagar.


Y ahora los problemas se han incrementado, custodia compartida, el padre no se hace cargo de nada, las niñas cada día están peor, la única que sigue pagándolo todo soy yo, y usted con su sentencia se ha cargado el bienestar emocional de las menores.


Lo triste de todo esto es que no soy yo sola, que son muchas mujeres y niños/as los afectados por toda esta barbarie.



Yo soy una madre más.




Saludos


 


ASOCIACIÓN CUSTODIA EN POSITIVO

ASOCIACIÓN CUSTODIA EN POSITIVO

jueves, 10 de abril de 2014

CÓMO PROTEGER EL DESARROLLO EMOCIONAL DE LOS NIÑOS CUANDO LOS PADRES SE SEPARAN O SE DIVORCIAN

Por Peter Ernest Haiman, Ph.D.

Durante los primeros seis años de vida, los niños desarrollan el apego emocional a la persona que cotidianamente los cuida; y este desarrollo es muy importante. La interrupción del mismo puede causar problemas en la niñez, la adolescencia y la adultez. Conductas esenciales del bienestar personal e interpersonal forman parte de él. Por ejemplo: (a) la habilidad para crear relaciones de amor o de cariño profundas y duraderas, (b) la fortaleza para tolerar la satisfacción imperfecta de las necesidades personales, (c) las actitudes y el deseo que nos llevan a cooperar con los demás y (d) la motivación para aprender y trabajar. El curso de estos procesos es establecido en los primeros años de vida por la calidad del lazo que se haya creado.

El divorcio y la separación forman parte de una realidad que afecta profundamente las vidas de cada miembro de la familia. Antes, durante y después de un divorcio o una separación se abren distintos tipos de heridas emocionales profundas. El fin de un matrimonio es el comienzo de batallas feroces y costosas. Probablemente ninguna sea más destructiva para todas las personas involucradas que la lucha por la custodia y/o los derechos de visita. A menudo, padres y madres discuten y tienen amargas peleas para determinar las condiciones según las cuales pasarán tiempo con sus hijos. Los abogados y los jueces entran al campo de batalla para ofrecer consejos a sus partidarios y pronunciar sus fallos. Se consideran las decisiones que favorecen al padre o a la madre; a veces, los intereses rivales llegan a un acuerdo.

El punto de vista de los niños

Sin embargo, al tomar una decisión, la meta no debería ser favorecer al padre o a la madre. Las buenas decisiones respetan las necesidades de desarrollo de los niños y el punto de vista de ellos. Las decisiones inteligentes desarrollarán y mantendrán la relación de amor que mantienen los niños con ambos padres. Con frecuencia los padres son incapaces de ver más allá de sus propios intereses. No obstante, cuando  se trata de minimizar los problemas graves, los padres deben dar importancia y consideración al bienestar de sus hijos.

Desde el nacimiento hasta los seis años, los niños son, por naturaleza, vulnerables. Durante el divorcio o la separación, el bienestar emocional de los niños corre un gran riesgo. Hay temas importantes que deberían considerarse.

Ante todo, es importante asegurar que los niños tengan acceso continuo y directo al padre con quien hayan desarrollado un apego emocional. En general, esa persona es la madre. Los estudios realizados por Ainsworth y Bell (1970), Yarrow (1963), David y Appell (1969), Isabella y Belsky (1991), entre otros, indican los patrones de conducta que construyen un apego seguro a la persona que cotidianamente los cuida: (a) el contacto físico cariñoso entre el adulto y el niño, (b) la constante habilidad de la persona que cuida al niño para calmarlo con sus abrazos, (c) la sensibilidad de la persona que cuida al niño ante las señales que da el niño y la habilidad de programar intervenciones de acuerdo con los ritmos del niño, (d) el placer mutuo que sienten el adulto y el niño al estar juntos, y (e) la creación de un ambiente que permita al niño sentir las consecuencias de sus propias acciones.

Cuando los padres dan a sus hijos estos elementos, crean una base para una vida emocional saludable. Además, construyen en la personalidad del niño una elasticidad que en el futuro le permitirá enfrentar los problemas y los desafíos de la vida con éxito.

Nadie ha contribuido más al entendimiento del apego, la separación y la pérdida en los niños, que el psiquiatra británico John Bowlby. En sus obras, alienta a las madres a dar a sus hijos pequeños toda la atención y el reconocimiento que ellos necesiten. Sus estudios y la investigación de otros llegaron a conclusiones similares. Los orígenes de los problemas de los niños, los adolescentes y los adultos, en relación con el apego y el amor que sienten por otra persona, a menudo yacen en una madre muy poco receptiva o en un rol de madre que cambia constantemente de personas (Bowlby, 1969).

La cuestión del destete

El segundo tema de importancia durante la separación y el divorcio es si resulta conveniente destetar a los niños o no. En los Estados Unidos, el destete se ha vuelto un tema controvertido. Durante el siglo pasado, el tiempo considerado apropiado para destetar a los niños se ha acortado a la breve cantidad de tres meses. La opinión pública ha pasado por alto las necesidades de los niños. El destete natural (iniciado por el niño) se practica comúnmente en todo el mundo. El destete debería ocurrir por iniciativa del niño. Y de hecho lo hacen, en promedio, a los 4,2 años de edad. En su libro, "Breastfeeding: A Guide for the Medical Profession", Lawrence (1989) destaca que las mamadas por placer (y no por la necesidad de alimento) son importantes para los niños pequeños incluso cuando la edad en que empiezan a caminar ha quedado bien atrás.

En un artículo del Breastfeeding Rights Packet de La Leche League International, Cerutti (1986) discute sobre la importancia que tiene amamantar para el desarrollo emocional de los niños:

"Quisiera tratar el tema del destete tardío en los Estados Unidos. Este es uno de los pocos países del mundo en donde el amamantar no está considerado de moda después de que el niño cumple de seis a doce meses de edad. Esta creencia es errónea y completamente anormal, y nace de en principios psicológicos infundados del año 1920.

Los niños que amamantan durante dos a tres años a menudo se sienten más seguros y menos ansiosos.

El 'problema' del destete tardío no yace en la relación madre e hijo, sino en la percepción distorsionada de dicha relación. Cualquier cosa que hagamos para interferir con esta relación en los primeros cuatro años de vida será perjudicial para la crianza psicológica de los niños".

En su libro Creative Parenting, Sears (1987) también escribe:

"Si su meta es establecer un lazo placentero entre madre e hijo, tanto nutricional como emocionalmente, entonces será el niño el que tendrá que iniciar el destete, que ocurrirá entre las edades de uno a cuatro años".

Cuando intervienen los tribunales

El tema del destete ha llegado a los tribunales. Si un niño pasará más tiempo a solas con su padre, entonces el destete será necesario. Lawrence (1989) reexamina varios casos judiciales típicos.

"En los Estados Unidos, tres casos individuales han llamado la atención del autor. En ellos, los padres han buscado la custodia a causa del amamantamiento prolongado cuando los niños habían mamado sólo por placer hasta los cuatro años aproximadamente. En dos de los casos, el juez falló a favor de la madre. En uno de los casos, en Rochester, New York, el juez falló a favor del padre cuando un testigo experto –un psicólogo local–, declaró que 'uno tiene que estar loco para amamantar durante tanto tiempo'. Parecería apropiado que los jueces revisen el caso entero y las capacidades de los respectivos padres, y se abstengan de basar su decisión en prejuicios personales y testimonios emotivos".

En casos de separación y divorcio, los padres deben ver más allá de sus propios intereses y considerar el bienestar de sus hijos. Un excelente ejemplo es que los niños deberían ser capaces de mamar cuando lo deseen. El abrazo y el amamantamiento son conductas que construyen un lazo en los primeros años de vida. Tanto el amamantamiento nutritivo como el amamantamiento por placer son igualmente de importantes para los niños de uno, dos, tres y cuatro años de edad. Los tribunales deberían revisar la historia de desarrollo del niño para determinar quién es la principal figura de apego. El propósito de esta cuidadosa consideración es respetar y proteger el lazo que el niño tiene con ese padre. Esto garantizará que los niños construyan un apego positivo y cariñoso al padre y a la madre.

Los efectos de la separación

Las decisiones legales pueden tener un fuerte impacto en el bienestar psicológico de los niños si causaran la separación de su principal figura de apego. Bowlby (1969, 1973), Ainsworth y Wittig (1969), entre otros, han llevado a cabo numerosas investigaciones acerca de los efectos que produce en los pequeñitos la separación. Los resultados de dichos estudios confirman que algunos niños de hasta seis años de edad podrían ser lastimados emocionalmente si se los separara del padre que representa su principal figura de apego. Esos niños podrían volverse ansiosos y estar afligidos cuando se enfrentan incluso a separaciones breves. Bowlby (1973) escribió:

"Ha habido –y sigue habiendo– médicos clínicos y otros interesados en los niños que hallaron/hallan difícil de creer que el hecho de que un niño pueda acceder o no a su figura de apego pueda ser por sí mismo crucial para determinar si ese niño (o un adulto) es feliz o está afligido... Las separaciones que ocurren cuando el niño es pequeño, juegan un papel importante en los orígenes de muchos de los problemas emocionales de los adultos".

Visitas nocturnas

Visitar a adultos que no son su principal figura de apego es un asunto de gran importancia para los niños, y que puede dañar la seguridad del apego mismo. Para todos los niños, irse a dormir por las noches es una transición cargada de una vulnerabilidad y una sensibilidad particulares. Wolf y Lozoff (1989) realizaron una investigación sobre cómo los niños pasan de estar despiertos a estar dormidos. Específicamente, analizaron el momento de ir a dormir y la relación entre la presencia de la persona que cotidianamente los cuida y el uso de un objeto de apego (juguete especial, sábana), y chuparse el dedo. Los autores descubrieron que cuando no estaba la persona que los cuida, durante la transición al sueño los niños eran más propensos a usar un objeto de apego. Además, los estudios hechos en otras culturas sobre los efectos de las prácticas de educación nocturna de los niños han demostrado que el objeto de apego era menos común cuando los niños dormían en la misma cama o habitación que sus madres y eran amamantados por más tiempo (Gaddini & Gaddini, 1970; Hong & Townes, 1976; Litt, 1981).

Aquí el problema no consiste en el amor de un niñito por alguno de sus padres y el amor de ese padre por su hijo. Lo que es fundamental entender es que el lazo del niño con la figura de apego materna es una relación significativamente distinta de, incluso, otra relación fuerte de cariño que pueda tener con otra persona, incluido el padre.

Para el adulto que no está informado al respecto, el poder del apego emocional que sienten los niños por su principal figura de apego es irracional. Si los niños pequeños tienen que estar separados de esta persona durante el día o la noche, con frecuencia sentirán ansiedad por la separación y problemas para dormir. Estos niños tendrán dificultades para dormirse o se despertarán frecuentemente durante la noche. Para los niños pequeños, dormir significa separarse, y los problemas al dormir están relacionados a menudo con la ansiedad de la separación. Tal como Cerutti (1986) y muchos otros han notado, los niños de tres, cuatro y cinco años de edad podrían sentirse "completamente aterrorizados si su madre no está cerca". La regresión psicológica normal que los niños experimentan por las noches, hace que permitir las separaciones nocturnas de la figura de apego maternal sea extremadamente imprudente. Los niños pequeños deben pasar las noches con su figura de apego principal: la madre.

Efectos en los niños

Desafortunadamente, los mediadores, los jueces y los padres a menudo pasan por alto las necesidades importantes de los niñitos, e imponen visitas nocturnas antes de que estén listos para hacerlo. ¿Qué sienten los niños cuando se los obliga a pasar las noches separados de su figura de apego? ¿Qué sentimientos se generan en los niños hacia su padre y su madre? ¿Qué sienten por sí mismos? Puede ocurrir que los niños pequeños pronto empiecen a sentir antipatía o a desconfiar del padre que los obliga a pasar la noche lejos de su figura de apego principal. O que sientan antipatía o desconfianza hacia el padre que es la figura de apego por no protegerlos de experiencias indeseadas y dolorosas. Además, podrían empezar a sentir antipatía o desconfianza hacia sí mismos. Podrían llegar a verse como la causa del problema, incluso de la separación o el divorcio.

Las visitas nocturnas y lejos de la persona que cotidianamente los cuida podrían debilitar y dañar la seguridad del lazo afectivo. En los niños, este lazo es una fuente de seguridad y la base para su crecimiento emocional. Cuando a un niño pequeño se le pide que, contra su voluntad, pase la noche lejos de la persona que es su apego principal, podrían surgir problemas emocionales duraderos e interpersonales.

La conducta de un niño pequeño mostrará si está listo y si realmente desea pasar la noche lejos de su figura de apego principal. Cuando los jueces, los mediadores o los padres requieren que un niño lo haga antes de que éste exprese su interés en pasar la noche lejos de su cuidador, no están pensando en construir la mejor relación posible entre el niño y su padre o su madre. Además, los adultos deberían asegurarse de que después de que empiezan las visitas nocturnas, la conducta del niño no muestre efectos adversos.

Cuando los niños experimentan la separación o el divorcio de sus padres, es común que tengan problemas y que su conducta retroceda. Aquellos capaces de controlar los esfínteres y la vejiga a menudo dejaban de hacerlo. Aquellos que dejaron de amamantar por sí solos ahora podrían volver a amamantar. Los niños extrovertidos podrían volverse callados o empezar a tartamudear. Los niños que hasta el momento se habían comportado correctamente, podrían sentir ira y ser agresivos hacia los demás, y tener rabietas. Los que podían mantenerse alejados del peligro, ahora podrían lastimarse más a menudo. Aquellos emocionalmente fuertes podrían volverse frágiles. Los niños que solían pensar claramente y entender fácilmente podrían confundirse y les podría resultar difícil comunicarse racionalmente. Un niño feliz puede volverse malhumorado y deprimido. Los niños que anteriormente mostraban curiosidad e interés por su mundo ahora podrían volverse retraídos y pasivos. Los niños obstinados y desafiantes podrían volverse dóciles y obedientes. Este último cambio en la conducta puede confundirse erróneamente con un cambio positivo. En realidad, refleja gran dolor emocional y amenaza. Al creer falsamente que son ellos los causantes de la separación o el divorcio, los niños pequeños podrían reprimir los impulsos normales y apropiados del desarrollo que le permitirán ser independientes. Podrían abandonarse y castigarse con la atormentada esperanza de que al hacerlo sus padres, a los que tanto necesitan y aman, volverán a estar juntos. Es común para los niños pequeños manifestar alguno de esos problemas o la combinación de varios, en distintos niveles de gravedad, en respuesta a la separación o el divorcio de sus padres.

Es importante no culpar ni castigarlos por tales conductas. Los niños pequeños reaccionan así cuando se violan la estabilidad y la seguridad de sus vidas. Para prevenir y/o minimizar estas respuestas, los padres y demás miembros de la familia deberán crear un ambiente interpersonal lo más estable y predecible posible. Dicho ambiente deberá concentrarse en fortalecer el lazo entre  los niños y la persona que cotidianamente los cuida. También deberá mantenerse una relación cariñosa con el otro padre.

Período normal de dependencia

De todos los primates, el ser humano tiene el período de dependencia de desarrollo normal más largo. Las prácticas de crianza infantil de las familias que permanecen intactas y de las que atraviesan una separación o un divorcio a menudo pasan por alto este hecho. Las necesidades importantes y profundas de los pequeñitos son, con mucha frecuencia, ignoradas o satisfechas incorrectamente. Las decisiones que tienen un impacto importante en la vida de los jovencitos suelen ser tomadas por los padres y otros adultos que no están debidamente informados para tomar dichas decisiones. Cuando los jueces, los mediadores y los padres toman decisiones de suma consideración para el bienestar de niñitos vulnerables, podrían limitar el daño causado por el divorcio y la separación. Los efectos de estas decisiones durarán toda la vida.

Referencia:
Ainsworth, M. D. S., & Bell, S. M. (1970). The functions of stimulation in early post-natal development. New York: Academic Press.
Ainsworth, M. D. S., & Wittig, B. A. (1969). Attachment and exploratory behavior of one year olds in a strange situation. In B. M. Boss (Ed.), Determinants of Infant Behaviour, (Vol. IV, pp. 113–136). London: Methuen.
Bowlby, J. (1969). Attachment and loss (Vol. 1, Attachment). New York: Basic Books.
Bowlby, J. (1973). Attachment and loss (Vol. 2, Separation: AnxietyAnxiety and anger). New York: Basic Books.
Cerutti, E. R. (1986). Breastfeeding rights packet. Franklin Park, IL: La Leche League International.
David, M., & Appell, G. (1969). Mother-child relations. In J. C. Howells (Ed.), Modern Perspectives in International Child Psychiatry. Edinburgh, Scotland: Oliver and Boyd.
Erikson, Erik. (1963). Childhood and society. New York: W. W.Norton.
Gaddini, R., & Gaddini, E. (1970). Transitional objects and the process of individuation. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 9, 347–365.
Hong, K., & Townes, B. (1976). Infant's attachment to inanimate objects. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 15, 49–61.
Isabella, R. A., & Belsky, J. (1991). Interactional synchrony and the origins of infant-mother attachment: A replication study. Child Development, 62, 373–384.
Lawrence, R. A. (1989). Breastfeeding: A guide for the medical profession (3rd ed.). St. Louis, MO: C. V. Mosby.
Litt, C. (1981). Children's attachment to transitional objects. American Journal of Orthopsychiatry, 51, 131–139.
Sears, W. (1987). Creative parenting. New York: Dodd Mead.
Wolf, A. W., & Lozoff, B. (1989). Object attachment, thumb-sucking and the passage to sleep. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 28(2), 287–292.
Yarrow, L. J. (1963). Research in dimensions of early maternal care. Merrill-Palmer Quarterly, 9, 101–104.

martes, 8 de abril de 2014

Otro duro golpe contra el bienestar del menor: El TSJA dice que no es preciso ser un padre perfecto para lograr la custodia compartida


Tribunales

  Marta Garú. Zaragoza|Actualizada 07/04/2014 a las 14:36  1 Comentarios

Revoca un fallo de la Audiencia que negó la petición al progenitor porque, aunque se llevaba bien con su hijo, no conocía todas sus rutinas.

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha revocado una sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza que negó a un padre la custodia compartida porque, aunque la relación con su hijo era buena y la aptitud del progenitor, también, este no conocía "pautas y rutinas cotidianas acordes a la edad del niño", presentaba un "estilo educativo indefinido" y precisaba "implicarse más activamente" como "paso previo necesario" a compartir la custodia con su exmujer.

El fallo de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA señala que, partiendo de la aptitud, interés y capacidad de los progenitores y de la buena relación con el padre, la "posible alteración de la vida y costumbres de un menor por la adopción de una custodia compartida no justifican, por sí solas, el mantenimiento del régimen individual".

Explica que para juzgar si los cambios que se producen en la vida de los niños cuando se modifica la relación de sus padres pueden ser "razonablemente" asumidos por ellos, lo relevante será "comprobar los efectos de tales cambios". "En otro caso –dice el tribunal– se convierte la estabilidad en principio rector del interés del menor y ello no está así contemplado ni en nuestra legislación ni en nuestra jurisprudencia".
Los magistrados recuerdan que tanto el Juzgado dePrimera Instancia número 16 (que fue el que otorgó, a petición del padre, la custodia compartida de un mes con cada progenitor) como la Sección Segunda de la Audiencia (que la revocó) se apoyaron en el mismo informe psicológico para alcanzar conclusiones contrarias.

"Buena vinculación con ambos"
Ese estudio reconocía la "buena relación" del niño con su padre,"alcanzada a partir de las visitas establecidas judicialmente", y la "buena vinculación afectiva con ambos progenitores". De estos afirmaba que "ambos" reunían "buenas condiciones y recursos personales para afrontar la crianza de su hijo de forma satisfactoria". Sobre la opinión del menor (actualmente de 7 años), la psicóloga del juzgado señalaba:"Va muy contento con su padre y vuelve satisfecho y deseando volver a estar con él". 

Sin embargo, añadía un "inconveniente" respecto al progenitor y es que transmitía "desconocimiento" de "pautas y rutinas cotidianas acordes con la edad de su hijo". Por eso, recomendaba una implicación más activa antes de pasar del régimen de visitas de fines de semana y vacaciones a vivir un mes con cada uno de los padres. Estas precisiones de los psicólogos fueron las que llevaron a la Audiencia a decidir "no introducir" cambios sensibles en el menor que puedan afectar a su estabilidad y a mantener el sistema de custodia individual.

El fiscal, que apoyó la petición de custodia compartida efectuada por la letrada Xenia Cabello, del despacho de Javier Notivoli, y su recurso de casación, expresaba de manera gráfica y así lo recoge la sentencia que:"Parece que el informe psicológico busca padres (varones) perfectos e ideales que después de la ruptura matrimonial ya sean conocedores de todas las técnicas educativas del progenitor perfecto, sin valorar las necesidades afectivas del hijo, del propio padre y de la igualdad en las relaciones parentales".

"El punto de partida no ha de ser el mantenimiento de la vida cotidiana del menor, aunque se encuentre perfectamente adaptado a la vida anterior, sino la facultad que el legislador ha otorgado al progenitor no custodio para incorporarse a la guarda y atención del hijo mediante la custodia compartida", cita el TSJA citando su propia jurisprudencia en esta materia de Derecho Foral Aragonés.

La sentencia ha sido dictada por el presidente del tribunal, Fernando Zubiri, y los magistrados Luis Ignacio Pastor e Ignacio Martínez, mientras que Javier Seoane y Carmen Samanes han anunciado un voto particular. 

El cuidado de los hijos recae en la madre en el 82% de los casos y la abuela ya es la segunda opción

ESTADÍSTICA Barómetro de marzo del CIS

 

  • La segunda opción es la abuela (7,5%), por encima del padre (4,8%)

  • En un 4,3% de los casos el menor es atendido en una guardería

  • En el 1,8%, se ocupa una persona a la que se le paga por ello

Varios niños llegan al colegio de la mano de sus madres.
Varios niños llegan al colegio de la mano de sus madres. EL MUNDO
Actualizado: 07/04/2014 16:38 horas
El cuidado de los hijos menores de tres años sigue recayendo mayoritariamente en la madre, y así lo señalan el 82% de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que indica que la segunda opción es la abuela (7,5%), por encima delpadre (4,8%).
Así se desprende del avance de resultados del Barómetro de Opinión del pasado mes de marzo [léalo en PDF], realizado a partir de 2.470 entrevistas personales entre el 1 y el 11 de ese mes, y que se ha hecho público este lunes.
Así, durante los tres primeros años de vida del primer hijos quien se ocupa fundamentalmente de su cuidado y atención son las madres, en un 82% de los casos; mientras que la labor de la abuela supera a la del padre, encargándose en el 7,5% de las situaciones, frente al progenitor que lo hace en el 4,8% de los casos.

El apoyo al principal encargado

Preguntados sobre si alguna persona más cuidaba a los hijos, el padre entra en escena en cuatro de cada 10 casos, seguido de la abuela, que lo hace en un 20,4% de ocasiones. En un 4,3% de casos llevaron al niño a la guardería y en un 1,8% lo cuidaba una persona a la que se le pagaba por ello.
A la hora de distribuirse el trabajo doméstico, casi la mitad de los encuestados asegura ocuparse directamente de preparar la comida (49%) o fregar (48,9%). Sólo uno de cada diez españoles (11%) dice pagar a alguien con regularidad para que les ayude con el trabajo y únicamente un 0,6% tener a un interno que vive con ellos en la casa.
En cuanto a las compras, un 43% asegura asumir personalmente la lista de la compra habitual, frente a un 26,7% que dice repartirse por igual con su pareja, pero al hablar de productos más caros (electrodomésticos o coches), la primera opción es repartirse el gasto por igual.

Felices con la familia

Cuestionados sobre la organización de los ingresos que entran en el hogar, el 64,2% junta todo el dinero con su pareja y cada uno toma lo que necesita. Considerando todas las fuentes de ingresos, en uno de cada cinco casos uno de los dos no tiene ingresos (21,1%).
Por otro lado, según se desprende de la encuesta, en términos generales los españoles se consideran felices en tres de cada cuatro casos (76,3%), mientras que infelices un 4,1% de preguntados.
En cuanto al grado de satisfacción, seis de cada diez (61,3%) confiesa estar "completamente satisfecho" con su familia, un 45,1% con su pareja y uno de cada cuatro (25,7%) con su tiempo libre.

domingo, 6 de abril de 2014

NOS ESTAN MALTRATANDO Y A NADIE LE IMPORTA

Desde la Asociación  Custodia en Positivo, queremos denunciar el MALTRATO que supone una imposición de la custodia compartida.

 

Se está perpetuando el maltrato hacia las madres utilizando a las criaturas menores para ello. Padres totalmente irresponsables que no atienden a sus hijos/as, que no ingresan absolutamente nada de dinero , que no les compran las cosas básicas como vestimenta o libros, padres que la semana en las que les toca a los niños se quedan toda la ropa de ellos teniendo las madres en su periodo semanal que volver a comprar más; padres que no compran libros, teniendo que ser las madres las que los compren y los lleven a sus casas a las horas que ellos digan teniendo que aguantar los improperios que les digan; padres que no llevan a sus hijos/as al médico y cuando estos vuelven al domicilio materno están en un estado lamentable, y así infinidad de cosas.

 

Madres totalmente empobrecidas, muchas de ellas no tienen ni para comer, debiendo de pedir ayuda a familiares para poder comprarles a sus hijos lo más básico, madres que tienen que seguir pagando préstamos de sus exparejas, madres que están pasando un verdadero calvario.

 

El maltrato es brutal y es un maltrato consentido por jueces/zas, politicos, fiscales/las etc.

 

Hacemos esta denuncia en nombre de todas las afectadas que en muchas ocasiones tras no poder soportar todo este maltrato renuncian a la custodia compartida otorgando así una custodia paterna para que sus hijos/as estén un poco más estables emocionalmente, y que además ellas no tengan que aguantar todo esto que las está condenado en vida.

 

FDO. ASOCIACIÓN CUSTODIA EN POSITIVO

 

 

 

custodia en positivo
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