miércoles, 10 de octubre de 2012

OTRO CASO DE CUSTODIA COMPARTIDA IMPUESTA.....CON SUS PROPIAS PALABRAS


A continuación os transmitimos el caso de E.M.D. y su hija: cómo han vivido y están viviendo un régimen de custodia compartida impuesta. Según sus propias palabras.
     

"Mi hija tiene 6 años y hace un año y medio que está sufriendo una custodia compartida. ¿Como le afecta a mi hija? En todo.
Aparte de la inestabilidad y la inseguridad que le crea el estar una semana en cada casa, son sus cambios de humor. Ahora llora por nada o se pone algo agresiva.


El curso pasado tuve algunas llamadas de atención en el colegio porque no hacía los trabajos, no hacía caso a su profesora y pegaba a niños, siendo que antes era una niña muy trabajadora y sociable.


Nunca quiere ir con su padre porque sabe que tiene que estar allí una semana por obligación.
Hay un descontrol terrible en la alimentación, higiene y medicación.


Tengo que añadir que mi ex marido se fue a vivir con sus padres que tienen más de 80 años, con problemas de salud y la deja mucho tiempo con ellos.


Yo me he dedicado a criar a mi hija desde el momento que nació y dejé de trabajar porque a mi ex le pareció también que era lo mejor. He hecho mi vida entorno a mi hija, en cambio mi ex nunca ha dejado de llevar la vida que tenía de soltero. Podéis imaginaros el apego que nos tenemos mi hija y yo.


Ahora me tengo que quedar en casa y ver cómo se ocupa la abuela de 80 años, que casi no puede andar y menos correr si se le escapa, llevarla al cole etc etc. Tengo mucho miedo de que pase algo y no tengan la capacidad de reaccionar. Me siento como que me han quitado el derecho de ser madre y educar a mi hija: ahora la educa una abuela de 80 años.


Pero lo peor de todo es que mi ex y yo no nos llevamos nada bien y no hay diálogo. En la otra casa se hacen las cosas de distinta manera que en la mía. Hay otras normas, otros horarios... y mi hija es la que lo está sufriendo todo.


Hay que decir también que cuando decidimos romper el matrimonio, mi ex marido me pidió que firmara la compartida de mutuo acuerdo, pero que me quedara tranquila porque a la niña la iba a tener yo y además no me iba pedir ni la mitad de los muebles, electrodomésticos.... y un coche me lo quedaría yo (el viejo claro). Todo era un chantaje para no pagar pensión de alimentos a cambio de garantizarme que iba a poder seguir cuidando de mi hija.
Yo me negué, por supuesto, sin imaginarme que él la tenía ganada. Dos meses antes de ir a juicio aprobaron esta absurda ley y ya dio todo absolutamente igual...